El vacío es mucho más que un simple corte: es un emblema del asado argentino. Presente en incontables reuniones familiares y celebraciones, este corte ha conquistado paladares por su sabor profundo, su textura firme pero jugosa y su increíble versatilidad a la hora de cocinarlo. Tanto a la parrilla como al horno, el vacío de vaca tiene un lugar privilegiado en las parrillas de todo el país.
A la hora de elegir carne para un buen asado, el vacío destaca por su equilibrio entre magro y grasa, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una experiencia sabrosa y consistente. Su cocción lenta permite potenciar sus cualidades naturales y lograr un resultado tierno, jugoso y con ese sabor ahumado tan característico.
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¿Qué es el vacío y qué parte de la vaca representa?
El vacío es un corte que se extrae de la parte baja del costillar, justo entre las costillas y la cadera del animal. Por su ubicación anatómica, esta pieza está rodeada de membranas y fibras musculares largas, lo que le confiere una textura particular que se vuelve muy sabrosa con una cocción adecuada.
El vacío de ternera se diferencia del vacío de vaca adulta principalmente por su ternura y sabor. Mientras el corte vacío de ternera tiende a ser más suave y delicado, el vacío de vaca ofrece un gusto más profundo e intenso, ideal para quienes prefieren sabores más marcados.
En otras regiones puede encontrarse como “flank steak” en EE.UU. o “bavette” en Francia. Es un corte clasificado dentro de la carne de res como parte de la falda y, aunque no es el más blando por naturaleza, su potencial se despliega con la técnica correcta.
Vacío a la parrilla: el clásico argentino
Preparar vacío a la parrilla es casi un ritual. La clave está en la paciencia: una cocción lenta, con brasa moderada, permite que el calor penetre sin resecar la carne. Para lograrlo, se recomienda colocar el vacío con el cuero hacia abajo durante al menos 45 minutos antes de darle la vuelta.
El lado del cuero actúa como barrera térmica, permitiendo una cocción progresiva que conserva los jugos. Tras esa primera etapa, se gira para terminar la cocción por el lado de la carne, dorando la superficie y aportando textura. El resultado es una pieza crocante por fuera y tierna por dentro.
Evita errores como colocar la carne directamente sobre fuego fuerte, o pincharla repetidamente al darla vuelta, ya que esto hace que pierda sus jugos. El vacío pide respeto: fuego parejo, tiempo justo y la tranquilidad de saber que el resultado merecerá la espera.
¿De qué lado se pone el vacío a la parrilla?
El vacío se coloca siempre primero del lado del cuero. Esta técnica, además de proteger la carne del calor directo, permite que el tejido conectivo se ablande lentamente sin que se queme.
Cuando se cocina primero del lado de la carne, el riesgo es que se reseque antes de tiempo. Cocinarlo correctamente del lado del cuero garantiza una textura más tierna y un sabor uniforme en toda la pieza.
Vacío a la parrilla: tiempo y temperatura ideales
El tiempo de cocción varía según el grosor del corte, pero como referencia general, un vacío de tamaño medio (1,5 a 2 kg) requiere entre 1 hora y 1 hora y media. Siempre se comienza con fuego suave, sin llamas, para evitar que se arrebate.
Las brasas deben estar al rojo vivo pero sin fuego directo. Para controlar la temperatura, se puede mantener la mano a unos 10 cm de la parrilla: si no resistes más de 6 segundos, está en el punto justo. El uso de un termómetro también puede ayudarte a alcanzar los 65-70ºC en el centro de la carne para una cocción al punto.
Vacío al horno: una opción igual de sabrosa
Aunque el vacío a la parrilla es el más conocido, su versión al horno resulta igual de deliciosa. Para preparar vacío al horno, conviene marinar previamente la carne con ajo, hierbas, aceite de oliva y un toque de vino tinto o cerveza negra. Luego, se cocina en una bandeja cubierta con papel aluminio para mantener la humedad.
El tiempo y temperatura de cocción recomendados para el vacío al horno son: 180 °C durante 1 hora y media para un corte de 1,5 kg, retirando el papel en los últimos 20 minutos para dorar la superficie. Se puede acompañar con papas al romero, pimientos asados o puré de boniato.
A diferencia de la parrilla, el horno permite un control más preciso del calor, y el resultado es una carne más uniforme, con sabor intenso y textura tierna si se respeta el tiempo adecuado.
Recetas con vacío: más allá del asado

La versatilidad del vacío corte de carne va mucho más allá de la parrilla o el horno. Aquí te dejamos algunas ideas para que explores todo su potencial y sorprendas con recetas con vacío de vaca creativas:
- Vacío relleno: Abre la pieza en forma de libro, sin llegar a cortar del todo. Rellénala con una mezcla de espinacas, queso provolone, jamón serrano y pimientos asados. Brida la pieza con hilo de cocina y cocínala lentamente al horno. El resultado es un plato vistoso y lleno de sabor.
- Vacío mechado: Con un cuchillo fino, haz pequeñas incisiones en la carne e introduce tiras de panceta, dientes de ajo o zanahoria. Esto aportará humedad y un sabor extra desde el interior durante una cocción lenta, ya sea en cacerola o al horno.
- Tiras de vacío salteadas: Si tienes un trozo de vacío ternera, córtalo en tiras finas en contra de la fibra. Marínalas con salsa de soja, jengibre y ajo, y saltéalas a fuego fuerte en un wok o sartén con verduras frescas como brócoli, pimiento y cebolla. Una cena rápida, saludable y exquisita.
Para acompañar, un vino tinto con cuerpo como un Malbec argentino (haciendo un guiño a sus orígenes) o un Rioja Crianza español son siempre una apuesta segura.
¿Cuánto pesa un vacío entero y cómo elegir uno bueno?
Cuánto pesa un vacío de vaca es una pregunta frecuente entre quienes planifican sus asados. Un vacío entero de vaca típicamente pesa entre 2,5 y 4 kilogramos, dependiendo del tamaño del animal y el corte específico. El vacío de ternera, por su parte, suele pesar entre 1,5 y 2,5 kilogramos. Estas medidas son orientativas, ya que pueden variar según la raza del animal y las técnicas de corte del frigorífico.
Para elegir un buen vacío, es fundamental observar el marmoleo: las vetas de grasa intramuscular deben estar bien distribuidas, creando un patrón similar al mármol. El color debe ser rojo intenso, sin tonalidades pardas o verdosas que indiquen falta de frescura. La textura debe sentirse firme al tacto, sin zonas blandas o pegajosas.
La decisión entre vacío con cuero o sin cuero depende del método de cocción. Para la parrilla, el vacío con cuero es preferible por las razones ya mencionadas, mientras que para preparaciones al horno o en sartén, el vacío sin cuero puede ser más práctico. El grosor ideal oscila entre 4 y 6 centímetros, garantizando una cocción uniforme sin riesgo de que se seque.
Preguntas frecuentes sobre el vacío
¿Qué pieza de la vaca es el vacío?
El vacío es un corte que proviene de la falda de la vaca. Anatómicamente, es el músculo que se ubica en la pared lateral del abdomen, entre las costillas inferiores y los huecos de la cadera.
¿Qué corte es vacío en Argentina?
En Argentina, “vacío” es el nombre propio y tradicional de este corte. No es un sinónimo de otro corte, sino la denominación específica de esta pieza. En otros países, se pueden encontrar cortes similares en la misma zona anatómica, como la bavette en Francia o el flank steak y el sirloin flap en el mercado anglosajón, aunque cada uno tiene sus particularidades.
¿Qué es más tierno, vacío o entraña?
Ambos son cortes exquisitos, pero tienen texturas diferentes. La entraña es un músculo fino (el diafragma) que, si se cocina rápido y a fuego fuerte, resulta extremadamente tierna y sabrosa, aunque puede ser algo chiclosa si se pasa de cocción. El vacío, por su parte, es más grueso y tiene una textura única: es tierno pero con más “mordida”, una fibrosidad que muchos amantes de la carne adoran. La entraña es ideal para una parrillada rápida, mientras que el vacío agradece una cocción más lenta y pausada.
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Conclusiones
El vacío es mucho más que un simple trozo de carne: es un corte con historia, carácter y un sabor que enamora. Desde su papel estelar en los asados hasta su sorprendente versatilidad en recetas de horno y sartén, el vacío se ha ganado a pulso su lugar en el podio de los cortes de carne de vacuno más apreciados.
Su combinación única de sabor intenso y textura jugosa lo convierte en una elección segura para cualquier ocasión. Ya sea que te decantes por el clásico vacío a la parrilla o te animes a probarlo al horno, el resultado siempre será un festín para los sentidos.
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