qué es el ojo de bife

¿Qué es el ojo de bife y por qué es tan valorado?

Cuando hablamos de los cortes más preciados de la gastronomía argentina, el ojo de bife ocupa un lugar de honor en las parrillas y cocinas gourmet de todo el país. Este corte, que ha conquistado el paladar de argentinos y extranjeros por igual, representa la perfecta combinación entre terneza, sabor y versatilidad culinaria.

Su popularidad no es casualidad: se trata de una pieza que ofrece una experiencia gastronómica excepcional, ya sea preparada en una parrilla familiar de fin de semana o en el restaurante más sofisticado de Buenos Aires.

¿Qué corte es el ojo de bife?

Para entender la magia de este corte de carne vacuna, primero debemos saber de dónde viene. Si alguna vez te preguntaste “¿de qué parte es el ojo de bife?”, la explicación, aunque sencilla, resulta igualmente interesante: este corte se extrae de la sección delantera del lomo de la res, concretamente del costillar. Es, en esencia, el corazón del bife ancho, conocido internacionalmente como Ribeye. Se lo llama “ojo” porque está formado por el músculo principal del corte, una pieza redondeada y tierna que, al filetearse, recuerda a la forma de un ojo.

La ubicación del ojo de bife en la vaca es clave para entender su calidad. Al encontrarse en la parte alta del costillar, es un músculo que casi no trabaja, lo que da como resultado una carne notablemente tierna. Además, su posición privilegiada le proporciona un veteado de grasa intramuscular (conocido como marmoleo), que es el secreto detrás de su jugosidad y sabor inconfundibles.

Diferencias entre ojo de bife y bife de chorizo

La eterna pregunta entre ojo de bife o bife de chorizo despierta debates encendidos entre los fanáticos del asado argentino. Aunque ambos son cortes premium, existen diferencias notables que influyen tanto en su precio como en su forma de preparación.

En la comparación ojo de bife vs bife de chorizo, los contrastes son evidentes: el ojo de bife se distingue por su forma redondeada y su tamaño más compacto, mientras que el bife de chorizo es más ancho, plano y de mayor superficie.

La diferencia principal radica en su origen anatómico. El bife de chorizo proviene del cuarto trasero del animal, específicamente del músculo gluteus medius, lo que le da una textura más firme y un sabor más intenso. En cambio, el ojo de bife se extrae del lomo alto, lo que se traduce en una carne más tierna y de sabor más delicado.

Esta diferencia también se refleja en el grosor del corte: el ojo de bife suele presentarse en piezas más gruesas (entre 3 y 4 cm), mientras que el bife de chorizo se corta tradicionalmente más fino.

En cuanto a la cocción, cada corte exige una técnica particular. El ojo de bife, gracias a su terneza, se cocina más rápido y tolera mejor variaciones en el tiempo de cocción. El bife de chorizo, por su parte, requiere mayor atención para alcanzar el punto justo sin perder jugosidad.

Finalmente, el precio también marca una diferencia: el ojo de bife suele ser más caro, ya que se obtiene en menor cantidad por animal y proviene de una zona especialmente valorada por su calidad.

¿Qué sabor tiene el ojo de bife?

El sabor del ojo de bife es una experiencia en sí misma. Gracias a su marmoleo, la grasa se derrite durante la cocción, impregnando la carne y dándole una jugosidad y una untuosidad inigualables. El resultado es un bife que casi se deshace en la boca, con un sabor intenso pero equilibrado, donde se aprecian notas dulces y mantecosas que no opacan el gusto profundo de la buena carne.

El ojo de bife argentino es especialmente apreciado por sus cualidades excepcionales. La calidad de nuestra carne vacuna se debe a las pasturas naturales y al método tradicional de cría del ganado, que dan como resultado un perfil de sabor inconfundible. No se trata de un gusto agresivo, sino de una caricia al paladar: una explosión de jugos y texturas que confirma por qué este corte es uno de los favoritos de quienes verdaderamente saben disfrutar de la buena mesa.

¿Qué usos tiene el ojo de bife en la cocina?

La versatilidad es una de las grandes virtudes de este corte. Si bien el ojo de bife a la parrilla es la preparación más icónica, sus posibilidades van mucho más allá. Se adapta perfectamente a la cocción en sartén de hierro o grill, donde se puede lograr un sellado perfecto por fuera y mantener un interior jugoso. También es una opción fantástica para cocinar al horno, especialmente si se trata de una pieza entera, logrando un roast beef tierno y sabroso.

Para quienes buscan inspiración, existen innumerables recetas de ojo de bife. Desde un simple bife a la plancha con sal y pimienta hasta preparaciones más elaboradas con salsas de vino, hongos o hierbas. Un consejo general es respetar el grosor del corte: los bifes de al menos 3 ó 4 centímetros de espesor son ideales para la parrilla, mientras que cortes más finos pueden funcionar mejor en la sartén para una cocción rápida.

¿Cómo se llama el ojo de bife en Argentina?

En nuestro país, el nombre es claro y directo: ojo de bife. No suele tener apodos ni variantes, ya que se trata de un corte muy específico y ampliamente reconocido. Sin embargo, es útil conocer sus denominaciones internacionales para evitar confusiones al leer menús o recetas del extranjero. En el mundo anglosajón, su nombre más común es “Ribeye”, que significa literalmente “ojo de costilla”.

Este corte puede encontrarse de distintas maneras. Lo más habitual es adquirirlo ya fileteado en porciones individuales, aunque también se comercializa la pieza entera, que puede pesar entre 2 y 4 kilos, ideal para asar al horno. Para una experiencia de sabor aún más intensa, existe la opción del ojo de bife con hueso, conocido a veces como “bife ancho” o, cuando el hueso se presenta largo y expuesto, como “Tomahawk”.

cómo cocinar ojo de bife

¿Cómo cocinar el ojo de bife?

Ahora, a lo importante: cómo cocinar ojo de bife para sacarle el máximo provecho. La clave es la temperatura y el tiempo. El objetivo es lograr un buen sellado por fuera para crear una costra dorada y un interior que conserve su jugosidad, cocido al punto que más te guste. Un tip fundamental: siempre llevá la carne a temperatura ambiente antes de cocinarla, sacándola de la heladera unos 30-40 minutos antes.

Para salar, lo ideal es usar sal parrillera o entrefina justo antes de llevarlo al fuego o durante la cocción. Después de cocinarlo, un paso crucial que muchos omiten es dejarlo reposar unos minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan por toda la pieza, garantizando un bocado mucho más tierno y sabroso. Acompañalo con un buen chimichurri, una ensalada fresca o unas papas al horno.

Ojo de bife a la parrilla

El método rey. Con brasas a fuego fuerte, sellá el bife unos 4-5 minutos por lado para lograr una buena costra. Luego, podés moverlo a una zona de calor más moderado para terminar la cocción a tu gusto. Para un punto jugoso, con unos 10-12 minutos totales suele ser suficiente para un bife de 3 cm.

Ojo de bife al horno

Perfecto para una pieza entera. Primero, sellala por todos sus lados en una sartén caliente con un poco de aceite. Luego, llevala a un horno precalentado a 180-200°C. El tiempo dependerá del tamaño y del punto deseado, pero calculá unos 20-25 minutos por kilo para un punto jugoso. Usar un termómetro de carne es la mejor forma de asegurar la perfección.

Ojo de bife con hueso

El hueso no solo aporta un sabor increíble, sino que también ayuda a una cocción más pareja, ya que actúa como conductor del calor. Se cocina de manera similar a la parrilla o al horno, pero necesitará unos minutos extra de cocción. Paciencia, que la recompensa vale la pena.

¿Cómo elegir y conservar el ojo de bife?

Saber elegir el corte es el primer paso para un resultado exitoso. Al comprar, buscá un color rojo vivo y brillante. La clave, sin embargo, está en el marmoleo: esas finas vetas de grasa blanca distribuidas por toda la carne. Cuanto más veteado esté, más tierno y jugoso será tu ojo de bife. No te asustes de la grasa, en este corte, es sinónimo de calidad.

Para conservarlo, si lo vas a consumir en los próximos 2 o 3 días, guardalo en la parte más fría de la heladera, bien envuelto. Si querés conservarlo por más tiempo, el freezer es tu aliado. Envolvelo herméticamente o, idealmente, sellalo al vacío para protegerlo de quemaduras por frío. Para garantizar que siempre llevás a tu mesa un producto de excelencia, te recomendamos explorar las opciones de ojo de bife del catálogo de Frigorifico SADA, donde cada corte es seleccionado cuidadosamente para asegurar el máximo sabor y terneza.

Conclusiones

Queda claro por qué el ojo de bife argentino es mucho más que un simple corte de carne vacuno. Es el protagonista de nuestros asados, el secreto de un plato memorable y una prueba irrefutable de la calidad de la carne de nuestro país. Su terneza inigualable, su jugosidad y su sabor equilibrado lo convierten en la elección perfecta tanto para parrilleros experimentados como para quienes recién se inician en el arte de la buena cocina.

No te quedes con las ganas de vivir la experiencia. Animate a probarlo en sus diferentes métodos de cocción y descubrí por qué es uno de los cortes más amados. Te invitamos a visitar las sucursales de carnicería de Frigorifico SADA o contactarnos por WhatsApp al +54 9 2326 46 4720 para elegir tu próxima compra de carne al por mayor y menor y a explorar nuestro blog para encontrar más recetas e ideas que te inspiren a crear momentos únicos alrededor del fuego.


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